El 90 % de los antiguos edificios de viviendas y el 20 % de los nuevos edificios, no disponen de extintores, aumentando el riesgo de propagación de un incendio.
Estos datos figuran en los informes anuales de la UNESPA (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradotas) e ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones).
Las causas más habituales de los incendios en viviendas, son:
● | Estufas y calentadores de aire en mal estado. |
● | Instalaciones eléctricas anticuadas sobrecargadas. |
● | Cigarrillos mal apagados en dormitorios. |
● | Estufas y velas encendidas toda la noche que estuvieran pegadas a cortinas o manteles. |
● | En cocinas, sartenes con aceite calentándose durante largo tiempo mientras estamos ausentes . |
Una vez que ha comenzado un incendio en una vivienda, lo más racional es intentar apagarlo utilizando un extintor. Por eso, los edificios que disponen de extintores, tienen menos riesgo de propagación de un incendio.
Desde el año 1996 la normativa NBE-CPI 96 y posteriormente desde el 2006, el CTE DB-SI, obligan en cada planta de viviendas a disponer de un extintor de polvo ABC de eficacia 21A-113B, de 6 kg, con su correspondiente señal foto-luminiscente y a menos de 2 metros de distancia de una luz de emergencia. Se trata de la instalación contra-incendios del edifico.
A día de hoy este tipo de extintor lo puedes encontrar por 35 euros, con iva incluido, y encima te lo llevan a casa.
En todas las plantas del edificio en que están nuestros pisos y apartamentos de alquiler, hay extintores, con placas fotoluminiscentes y al lado de una luz de emergencia.